MEMORIA
En la emergente ciudad de Los Ángeles, capital provincial de Bío-Bío, este edificio constituyó una apuesta vanguardista al desarrollo, y una respuesta a la demanda creciente de departamentos por la nueva población profesional de la ciudad. Es así como esta Torre Urbana “Don Fernando”, recogió los hábitos propios de una ciudad acostumbrada a espacios más amplios, y los unió a un programa ágil y novedoso, con un nutrido conjunto de áreas comunes de esparcimiento, concentradas en el último nivel a manera de un gran Club House panorámico, con terraza de asoleamiento, jardines aéreos y piscina temperada.
Dos son los rasgos identificadores del diseño de esta torre: sus colores vitales y la suave curva de su cubierta, que destaca el ajardinamiento de la azotea, entregada al esparcimiento.
Los colores cítricos, verde pistacho y amarillo limón, contrastan sobre un fondo negro que equilibra la composición cromática. Además generan luminosidad y dinamismo en el paisaje urbano tradicionalmente gris del centro de la ciudad. La azotea verde se trabajó como un complemento a las actividades de esparcimiento interior (salones de juego, quinchos de asados, gimnasio y spa), y los shafts rematados como una galería de columnas escultóricas entregan un carácter lúdico a esta azotea flanqueada por grandes jardineras de superficie y macetas de árboles.
En los dormitorios principales de los departamentos se trabajó un rasgo que es innovador en el escenario chileno: el acristalamiento de piso a muro, que da gran amplitud interior a los dormitorios, prolongándolos visualmente al exterior.